miércoles, 25 de febrero de 2009

EL CONTROL DEL ESTADO POR EL EJERCITO

Me llama poderosamente la atención lo que Javier Ibarrola en su columna “fuerzas armadas” del Diario Milenio recuerda como palabras de Felipe Calderón en su mensaje seguido a los atentados del 15 de Septiembre en Morelia:

“Recuperar el control del Estado y de su territorio en todos sus frentes”, que esa era su meta.

Entonces podemos concluir que desde esa fecha, y seguramente desde antes, sabía Calderón sobre la debilidad del Estado y el secuestro de facto de éste por parte del crimen organizado, al grado que era necesaria su recuperación. Es decir nunca tuvo él ni su gobierno control mismo, de ahí que sean comprensibles los acontecimientos recientes.

Ante esa afirmación categórica de Felipe Calderón, la tesis del “Estado Fallido” deja de ser eso: tesis, y se convierte en una situación de hecho. Es ya inoperante, y el actual gobierno no tiene el control del mismo. Pero, ¿qué es el Estado?

Las definiciones vienen y van, son variadas, pero la que nos puede servir para fines prácticos es la del conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio determinado. Se incluyen dentro de dichas instituciones las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y la policía, asumiendo pues el Estado dichas funciones.

¿Cuando falla entonces un Estado?, cuando dichas instituciones, sobre todo las de defensa, gobernación, justicia y seguridad son inoperantes, en cambio tenemos: ingobernabilidad, mal funcionamiento de los aparatos de procuración y administración de justicia, violencia e inseguridad y pésima administración pública. Consecuencia: DEBILITAMIENTO DE LA SOBERANÍA.

Por supuesto Estados Unidos se percata de ello y por eso los llamados recientes y los comparativos con Irak y Pakistán; saben que nuestra soberanía con el tiempo se va hacer más endeble. Si, peligro, mucho peligro vivimos los mexicanos.

Calderón desesperado acude nuevamente al ejército, y el Capitán Galvan urge al Congreso a que se le proporcione el marco legal que justifique su asalto a las calles e inicie la ofensiva (¿o defensiva?) para recuperar el control del Estado. Es decir preparar la guerra civil que viene.

Aunado a esto hay que tener mucho cuidado, pues no se puede ser tan superficial para involucrar así nada más al ejército en la recuperación del control Estatal. Una de dos: o Calderón es tan irresponsable e ignorante para poner en peligro así la Nación, o es un plan cuidadosamente trazado para que la ultraderecha fascista vea logrado su sueño de tomar el poder del mismo a través del Ejército.

Mientras acabo de digerir lo que representa ver al ejercito luchando en una verdadera Guerra Civil por el control estatal, me quedo con él último párrafo de la columna de hoy titulada “fuerzas armadas” de Javier Ibarrola antes mencionada:

“Si Calderón acude al Ejército como último recurso para recuperar el control del estado, no debe extrañar que los militares, como ya lo hacen, se metan de lleno al mundo de la política y sostengan, como lo sostienen algunos de sus analistas, que “con la falta de legitimidad, ingobernabilidad social, y empecinamiento en conservar en su gabinete de gobierno y en los principales puestos públicos, a sus amigos y gente inepta, es difícil que Felipe Calderón se conserve en el poder”.

Muy peligroso, muy peligroso

2 comentarios:

  1. La columna de Ibarrola fue total y ese párrafo final a mi también me dejó perpleja. Lo que me llama más la atención de todo este embrollo militarista es que la Constitución no ha aparecido para nada. El Federalismo, el principio del Municipio libre, el control del Congreso en el uso de fuerzas armadas, la hipotética suspensión de derechos, en fin. En la Constitución hay un montón de prevensiones que el Presidente ha obviado. No entiendo para qué entonces armó tal caos para jurarla, si durante su mandato la iba a desobedecer a diestra y siniestra.
    Nos convertiremos de verdad en un Estado fallido el día que por pura ignorancia minemos el débil fundamento institucional que nos queda.

    http://geraldinasplace.blogspot.com

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  2. Galván (con acento) es General... amenos que usted utilizace lo de "Capitán" como metáfora.

    -Emiliano Villarreal

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